lunes, 6 de junio de 2011

¿QUÉ NECESITA GRECIA Y QUÉ ES LO QUE HA HECHO HASTA AHORA?

Lo primero que debe hacer Grecia es encontrar financiación urgente para afrontar los pagos por 52.000 millones de euros que vencen este año, la mayoría en concepto de los intereses asociados a su alto nivel de deuda.

Sus arcas se han quedado vacías con los compromisos que tenía en abril, y eso que ha podido realizar modestas emisiones a corto plazo en las últimas semanas, aunque con una rentabilidad que más que duplicaba las anteriores operaciones de similares características que hizo el pasado enero. Por este motivo, ante la imposibilidad de recurrir al mercado europeo por sus altos precios para captar el grueso de los fondos que precisa, Grecia ha sondeado también los mercados de Asia y Estados Unidos, pero también le han cerrado la puerta.

Una solución: Privatizar sus bienes. Y es que a Grecia no le faltan activos. Según datos de la OCDE, el valor de sus empresas estatales asciende a 44.000 millones de euros. Esto incluye puertos, empresas energéticas, del sector transporte, y loterías y apuestas, entre otras. Además, el Gobierno controla infraestructuras cuyo valor oscila entre los 200.000 y los 300.000 millones de euros, como la sede de los Juegos Olímpicos de 2004, instalaciones militares y terrenos utilizados para la construcción incontrolada de viviendas.

Lo difícil será encontrar inversores dispuestos a depositar su dinero en Grecia. Gas Natural ya ha anunciado su intención de presentar una oferta por la energética DEPA; el aeropuerto internacional de Atenas también despertaría interés en la comunidad internacional, aunque el valor de la operación dependerá de las condiciones de un nuevo acuerdo de concesión.

¿Qué ha hecho hasta ahora Grecia para salvar esta situación?
El Gobierno socialista de Yorgos Papandreu se encontró con el problema de su delicada situación financiera nada más acceder al poder. Su primer paso fue reconocerlo y adecuar las estadísticas. Después, para responder a las primeras exigencias de Bruselas para poner en marcha el plan de rescate, por un lado, y aplacar la presión de los mercados financieros, por otro, aprobó un duro plan de ajuste. Este programa, que en un primer momento fue bien recibido por el Ejecutivo comunitario aunque ha causado numerosas protestas y varias huelgas generales en el país, incluye un importante recorte del gasto, la reforma del sistema de pensiones, la privatización de empresas públicas y la congelación de los sueldos de los funcionarios, entre otras medidas. Todos estos sacrificios con el objetivo de cumplir con el límite del 3% del PIB que impone el Pacto de Estabilidad.

Sin embargo, a pesar de los compromisos ante el FMI y la Comisión Europea, Grecia ha tardado en reaccionar, en parte por temor a provocar más protestas de la ciudadanía. A diferencia de las privatizaciones de Reino Unido en la década de los ochenta, es probable que Grecia tenga que vender la mayor parte de sus activos a inversores extranjeros, lo que aumenta las suspicacias.

No hay comentarios: