Hoy toca hablar de Portugal y su crisis financiera. Aunque nuestro país vecino ya firmó hace un mes el acuerdo internacional de su rescate económico, empieza ahora un periodo difícil para la economía portuguesa y en especial para sus ciudadanos.
El préstamo de 78.000 millones de euros ofrecido a Portugal por la UE, el Banco Central Europeo y el FMI conlleva una serie de exigencias que deberán ser cumplidas por Lisboa en los próximos años. Aquí os dejo algunas de ellas:
• La ayuda de 78.000 millones de euros deberá ser desembolsada en un plazo de 3 años.
• El paquete de ayuda prevé que un 15% del total del monto financiero - unos 12.000 millones - sean usados exclusivamente para ayudar a los bancos portugueses.
• La principal exigencia de Bruselas, Fráncfort y Washington es que Lisboa debe reducir su déficit fiscal. Según las condiciones firmadas, el déficit deberá ser reducido al 5,9% en 2011, al 4,5% en 2012 y al 3% en 2013.
• Una de las primeras actuaciones de Lisboa debe ser la privatización de tres empresas estatales: la aerolínea TAP (Transportes Aéreos Portugueses) y las eléctricas EDP (Energias de Portugal) y REN (Redes Energéticas Nacionais).
• Reducción de la ayuda a los desempleados.
• Reducción del número de funcionarios del Estado. El acuerdo prevé la necesidad de reducir en un 1% al año hasta 2013 la cantidad de trabajadores en el gobierno nacional y en un 2% en las administraciones regionales.
• El Gobierno deberá elevar el impuesto municipal sobre los inmuebles.
• Para aumentar la competitividad y mejorar las condiciones del mercado laboral, las empresas pagarán menos contribuciones a la Seguridad Social.
Como veis un problema zanjado a nivel internacional y otro que empieza a nacer para la sociedad portuguesa. Un acuerdo que obliga a varios cambios para reducir el tamaño del Estado y que exigirá un esfuerzo de la población. Los analistas portugueses resumen estos 3 años que le quedan a Portugal como un “tiempo de vacas magras”, como dice un popular dicho de su país.
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