CRISIS DEL PEPINO

Por si fueran pocos los problemas que tienen Europa y España a nivel económico derivados de la crisis financiera mundial, se suma ahora el “problema de los pepinos españoles”. Os explico.

Alemania suma ya 15 muertos y miles de afectados por la virulenta cepa de E. coli. Otros siete países noreuropeos han registrado infecciones y cuatro países de la UE, Alemania, Bélgica, República Checa y Austria han anunciado su decisión de establecer controles y prohibiciones a la comercialización sobre la verdura española.

La enfermedad, caracterizada por diarreas sangrantes e insuficiencia renal, se atribuye a una peligrosa mutación de la conocida bacteria Escherichia coli, detectada según los alemanes en lotes de pepinos procedentes de 2 empresas andaluzas. Pero hoy se ha demostrado que Alemania no tenía razón. Según los análisis realizados en los laboratorios, la variante de esta bacteria descubierta en los pepinos españoles no coincide con la encontrada en las heces de los pacientes.

Mientras tanto, la agricultura española, con un núcleo importantísimo en Almería pierde en torno a 200 millones de euros semanales. No hay mercados alternativos, son productos perecederos y se va a producir una crisis de precios en las zonas de producción. Por eso, los productores españoles de frutas y hortalizas han instado al presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a intervenir urgentemente en esta crisis del pepino.

Aunque se haya anunciado desde Alemania ya de que la bacteria que causaba las muertes en Alemania no provenía de los pepinos de España, los problemas para España continúan. Y es que en estos países afectados abundan los supermercados con carteles de “aquí no se venden productos españoles” y cientos de productores españoles están tirando cada día decenas de toneladas de productos.

España sigue preocupada por la crisis del pepino. Y es que no basta sólo con decir que la bacteria E.coli no proviene de nuestros pepinos, sino que ahora España exige una rectificación de Alemania para poder recuperar la imagen de los productos españoles, dado que esta crisis ha afectado tanto a la credibilidad como a la imagen de los productos de nuestro país. Y nos encontramos con la posibilidad de perder un mercado potencial europeo de exportaciones de frutas y hortalizas como vehículo revitalizador de nuestra economía.