INDIGNACION

Llevo bastante tiempo indignado como, supongo, muchos de vosotros. Lo que ha ocurrido en estos últimos meses ha sido excesivo para mí.
Indignado por la ineficacia de los gobiernos para hacer frente a una crisis anunciada…. Pero eso sí, cuando la situación es insostenible, aparecen como salvadores de los ciudadanos. Sólo el caso de Bush es patético, y más cuando le acompañan Gordon Brown, nuestro presidente Rodríguez Zapatero, Ángela Merkel y otros tantos.
Y no quiero dejar fuera a los responsables de entidades financieras: los excesos no sólo como entidades, sino a nivel personal, no han tenido límite. Y éstos, como los otros, se van a ir de rositas.
Indignado por el comportamiento de los empleados de las entidades financieras, que aprovechando la situación han echado porquería sobre las entidades rivales para captar clientes y saldos, provocando el pánico entre los clientes.
También indignado por los clientes porque su avaricia no ha encontrado barreras y después culpan a sus entidades.
Indignado por los medios de comunicación, que han difundido rumores, mentiras e informaciones no contrastadas y han conseguido que el pánico creciera y creciera entre la población.
La ausencia de valores en esta sociedad y la falta de responsables capaces nos ha llevado en volandas hasta esta situación.
Pero como decía Herbert Marshall McLuhan “La indignación moral es la estrategia tipo para dotar al idiota de dignidad”. Touché.