martes, 25 de noviembre de 2008

¡Oh, memoria, enemiga mortal de mi descanso!

Así escribía nuestro insigne Cervantes. Seguro que nuestro gobierno la tiene en mente con el caso Repsol. Necesitaron a Sacyr Vallermoso en una operación corporativa y ahora es Sacyr quien necesita de este gobierno. Los favores se pagan y ha llegado el momento de pagar.

Que Repsol debe quedarse en manos españolas, que Rusia no actúa igual que la UE en las operaciones corporativas, que aunque sean empresas privadas, están tuteladas por el estado ruso, que el sector energético es básico en nuestro país, etc. Nada importa, hay que devolver el favor.
Algunos analistas estiman que la operación de Lukoil no es más que una tapadera para una nacionalización de Repsol, con la excusa de evitar que quede en manos extranjeras y especialmente rusas. Otros que aparecerá un caballero blanco francés. Nos enteraremos antes o después.
Pero España va por unos derroteros poco serios. La energía, básica para nuestro presente y nuestro futuro, es continuamente atacada por mil y un despropósitos. Recordemos el caso Endesa (en manos de una empresa pública italiana), el de Iberdrola, la situación de las energías renovables (sector que era claramente prometedor, no solo desde el punto de vista energético, sino respetuoso con el medio ambiente), ahora Repsol, la realidad de la energía nuclear (no la creamos, pero se la compramos a los franceses, que tienen las centrales nucleares al otro lado de la frontera).
La causa de muchos de los problemas a los que se enfrenta nuestro gobierno, es su propia demagogia, en muchos casos innecesaria.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde que Sacyr se alineó, o le alinearon, con el Gobierno de Rodríguez como instrumento para dominar el BBVA ya no se pudo bajar del caballo, y ahora tiene que pagar las consecuencias, y esta vez La Caixa se desmarca. Eso sí, la culpa de todo es de George Bush. Así nos va...

Miguel A. Paniagua dijo...

Pues sí, después entró en la operación de Endesa, otro favor al gobierno. Pero Sacyr no va a pagar nada, va a colocar sus acciones a un precio parecido al que pagó por ellas. Bueno pagar es un decir, se lo prestaron los bancos y mientras los dividendos daban para pagar los intereses no había problema. Ahora con la bajada del precio de las acciones de Repsol, los bancos le habrán exigido reposición de garantías y ahí surge la necesidad. Y por eso llega el momento de que el gobierno le devuelva los favores.