La ganadería está al borde del precipicio, aunque algunos dicen que ya está en el fondo. Lo que les faltaba, problemas en la Granja La Luz y un buen número de ganaderos palentinos afectados.
Las explotaciones están en pérdidas y a esto se les suma los problemas de sus clientes.
La verdad es que no conozco mucho el sector, pero cualquier explotación sólo puede mejorar a nivel económico, reduciendo los costes de producción y aumentando los precios de venta. La diferencia entre ambos es el margen, el beneficio.
La presión sobre los costes en los últimos años está haciendo insostenible su situación. Por otra parte, los precios de venta no suben adecuadamente, ¿qué pueden hacer?
Desde el punto de vista del ganadero, además de abandonar las explotaciones –hay muchos que ya lo están haciendo-, la unión es la única solución, a nivel comarcal, provincial, regional e incluso nacional. Unidos podrán negociar mejor los precios, tanto los costes como las ventas. La unión podría tener la fuerza suficiente para llegar a convertirse en sus propios proveedores o en sus propios clientes y, así, conseguir los márgenes que generan los productores de alimentos del ganado tales como la leche o la carne y, por extensión, los intermediarios de ambos mercados. No hay otra solución, además de mejorar la productividad.
En esta mejora las Administraciones Públicas deberían realizar actuaciones. Se viene a la cabeza un departamento de apoyo en la gestión de las explotaciones en colaboración con las organizaciones sindicales, que analice una a una y les proponga actuaciones para mejorar.
Además, el Gobierno debería mejorar las negociaciones con la Unión Europea porque ¿cómo puede ser que tengamos una cuota láctea inferior al consumo nacional, aunque es posible que en poco tiempo ni siquiera podamos cubrir esa cuota?
También las Instituciones deberían favorecer la financiación bancaria, ahora cerrada por completo y que estará terminando de ahogar a muchos.
Y, por último, hay que recordar las ayudas al abandono de explotaciones para mayores de 55 años, línea de subvención de la Junta, que también ayudan no a mejorar el sector, pero sí a mejorar la vida de algunos ganaderos.
Ruego una oración por el eterno descanso del sector.
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