lunes, 16 de marzo de 2009

A VUELTAS CON LA DEFLACIÓN

Señoras y señores, ¿estaremos en deflación?. En un comentario anterior ya analizamos los peligros de esta situación.
Y me diréis, si el último dato publicado sitúa la inflación interanual en el +0,7, cómo es que podemos estar en deflación. Por dos motivos.


En primer lugar, si vemos la variación mensual del IPC de los últimos meses, vemos que desde noviembre de 2008 el IPC cae un mes tras otro, salvo este último que ha tenido variación “0”. Noviembre (-0,4), diciembre (-0,5), enero (-1,2), febrero (0,0).

En segundo lugar por el llamado “efecto Boskin”. Barry Boskin, profesor de Stanford y exjefe de economistas de la Casa Blanca, presidió en 1995 una comisión del senado americano para analizar los datos del IPC y de la inflación real. El resultado para Estados Unidos fue que el IPC exagera el dato de inflación entre 1 y 1,5 puntos anualmente. Trasladándolo a España, si el dato interanual es de 0,7, realmente es de -1 punto aproximadamente. Es curioso, porque a nivel de calle, siempre pensamos lo contrario, que la vida sube más que el famoso IPC (Índice de Precios de Consumo).
Las razones para esta desviación son dos fundamentales: veámoslo con un ejemplo sencillo que he visto hoy en TV (si suben las peras y bajan las manzanas, los consumidores consumirán más manzanas y menos peras, pero esta diferencia de consumo no aparece en el cálculo del IPC; por lo tanto el nivel de vida no sube como lo marca el índice). La segunda razón es que un aumento del precio de un bien, puede ser debido a la mejora de la calidad, no valora los cambios en la calidad; por lo que esa subida no sería tal si el incremento de precio fuera exacto al aumento de la calidad.
Para solucionar esto se han definido los “precios hedónicos”: el precio de un bien es la suma de los precios de sus características o atributos, permite descomponer las alteraciones de precios en variaciones puras del precio (manteniendo la calidad constante) y en modificaciones de la calidad del bien o servicio analizado. Para su cálculo se utilizan técnicas econométricas que necesitan de mucha información, por lo que aún no ha sido implantado su cálculo. Se están desarrollando varios proyectos para ello.
En España el efecto Boskin fue estudiado por un equipo de la Universidad Carlos III y fijó esa diferencia entre el IPC real y el publicado de un -0,6. Si este dato fuera cierto en este momento la inflación interanual sería de + 0,1. Es posible que aún no hayamos cruzado la línea.

Aunque en algunos sectores, ya la hemos cruzado hace meses, en que los consumidores han decidido no consumir por la expectativa de bajadas de los precios, véase vivienda, automóvil, materias primas, etc..

Pero para considerar deflación a todos los niveles debe haber una bajada general y duradera de los precios. El futuro nos dirá.

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