Es una pena, lo vemos todos los días, más bien lo sufrimos. Estas son las palabras de Obama esta semana:
“If these folks want a fight, it’s a fight I’m ready to have”. Traducido con el diccionario de “andar por casa”: “Si estos tíos quieren guerra, la van a tener”.
Pues bien, estas palabras, exclusivamente políticas, sin ninguna valoración económica a priori, por ejemplo, al Estado americano le han costado 1,6 bill. en un solo día, sólo con la bajada de cotización de Citigroup Inc. del que tiene el 27% de las acciones.
Mister Obama, sabemos que necesita subir su popularidad, pero no utilice un sector en una situación tan crítica y perjudicando los intereses de los americanos, para conseguirlo.
Estas palabras surgen tras las críticas recibidas a su propuesta de un impuesto a la banca americana, para devolver los fondos públicos recibidos (TARP). Y en Europa han aparecido comentarios favorables a su importación a la Unión Europea.
Puede que la medida sea buena, pero no los motivos para crearla, ni el momento para anunciarla. ¿Por qué, por ejemplo, no se introdujeron estas medidas en el momento de entregar las ayudas públicas? Sencillo, tranquilo y sin consecuencias.
Lo que se quiere penalizar es el negocio de la banca de inversión en los bancos comerciales. Para Goldman Sachs o Morgan Stanley, entre el 10 y el 20% de sus ingresos, para Citi, JP Morgan o Bank of America menos del 10%. Si quieren seguir haciendo pop trading, tendrán que renunciar al acceso a la liquidez barata por parte de la FED. O harán lo más previsible, trasladar estos negocios a Canadá o Europa. Es lo que tiene la economía global.
En el caso de Europa, la banca de inversión genera aproximadamente el 5% de sus ingresos totales.
Una polvareda para una medida que tardará tiempo en aplicarse, habrá que elaborar el proyecto, presentarse y aprobarse en el Congreso, luego en el Senado.
2 comentarios:
Efectivamente, Miguel Ángel, Política y Economía caminan por sendas diferentes, sobre todo desde que la última invadió todos los territorios, el público y el privado; y cuando digo privado me refiero a la vida del individuo. Sí, serán cosas de la economía global, como afirmas, pero tengo la sensación que esa refundación del capitalismo, que se presumía tras la debacle financiera, ha quedado aplazada sine die una vez que los dineros públicos han sacado del atolladero a un sector que se ha ido de rositas -su dirigentes- después de montar la que ha montado.
Es posible que Obama haya cometido un exceso verbal con esa su afirmación, pero no es menos cierto, y a la vez preocupante, el silencio del mundo financiero a la hora de aportar soluciones distintas de las habituales.
El mundo financiero para qué va a buscar soluciones, si no las necesita. Los estados y los contribuyentes se han hecho cargo de la crisis, con lo que deberían ser estos y todos nosotros los que busquemos las soluciones. El que no paga no tiene nada que cambiar ni de qué preocuparse.
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