martes, 20 de octubre de 2009

LOS PROBLEMAS DE ESPAÑA

Vamos a iniciar una serie de comentarios sobre este título. Qué carencias o deficiencias tiene nuestra economía y por dónde deberíamos ir.

España muestra un claro retroceso en ahorro e inversión con respecto a Europa. Una mejora de la educación financiera y un aumento de la competitividad en el país podrían paliar estas diferencias. Así se desprende de la encuesta realizada por la consultora Janus Capital, en la que han participado 6.011 adultos de seis países de la eurozona: España, Países Bajos, Reino Unido, Italia, Francia y Alemania.

El responsable del estudio señala que éste pone de relieve que los ahorradores españoles están sufriendo más la crisis que el resto de europeos. El experto se muestra preocupado por la vulnerabilidad de las finanzas domésticas españolas.

Ahorramos mucho menos que los europeos, además consideramos que nuestros ahorros no son suficientes.

Junto con el ahorro, España tiene otros retos. Uno de ellos es el elevado nivel de deuda de sus ciudadanos. Ése es precisamente el único aspecto en el que España lidera la encuesta de Janus. Casi la mitad de los encuestados respondió que su endeudamiento era demasiado alto en relación con sus ingresos y el mismo porcentaje admitió tener dificultades para cumplir con los pagos de sus hipotecas.

Este dato es “preocupante”, en un entorno de tipos de interés en mínimos históricos (en la eurozona están en el 1%), el hecho de que los españoles tengan tantas dificultades para hacer frente a sus obligaciones con los bancos da fe de la complicada situación de la economía.

Una de las razones que explica el mayor impacto de la crisis en España es la complicada situación de su sector inmobiliario. Sin embargo, Reino Unido, que atraviesa una crisis inmobiliaria similar a la española, no ha obtenido resultados tan pobres como España.

Esto se debe en parte, a la falta de una sólida educación financiera de los españoles, que les dé herramientas para poder planificar mejor tanto su ahorro como su endeudamiento y su jubilación (el 32% de los españoles está endeudados o ha agotado sus ahorros). En su opinión, los legisladores y las instituciones españoles deberían aprender de las lecciones que ofrecen Países Bajos, que destacan positivamente casi en todas las áreas de la encuesta: son los que más ahorran, está poco endeudados y son previsores de cara a la jubilación. De hecho, el 45% de los participantes holandeses asegura que posee ahorros o inversiones por un valor de más de 25.000 euros.

La limitación de conocimientos financieros también provoca que los españoles sean más reacios al riesgo que sus pares europeos, según Bowers. La encuesta evidencia que el 63% de los españoles es reticente al riesgo.

Pero no sólo la educación financiera falla. La pérdida de competitividad de España en la última década con su incorporación al euro es también causante de la delicada situación que atraviesa el país.

La caída del atractivo de la economía ha desencadenado otro problema aún mayor: una mayor inseguridad laboral, agravada por la crisis, que ha minado no sólo el ánimo de los consumidores, sino también sus finanzas.

Ante la imposibilidad de aumentar la competitividad mediante la devaluación de la moneda (mecanismo que utilizaba España antes de su entrada en el euro), el Gobierno debe hacer un esfuerzo por incrementar la productividad.

Si no se toman medidas en el medio plazo y la crisis se prolonga durante otros dos años (como pronostican varios organismos internacionales), se podría derivar en un conflicto político si estos problemas se transfieren a las cuentas del Gobierno. Ello conllevaría un aumento aún mayor de la deuda estatal, lo que podría sentar mal al resto de potencias europeas, que intentan contener el déficit.

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