viernes, 15 de julio de 2011

AGENCIAS DE RATING

Los mandatarios europeos han llegado a una conclusión en los últimos días: Las agencias de rating o calificadoras pueden ser unas de las responsables de la crisis financiera mundial. Estas entidades se han convertido no sólo en representantes de la disfunción que llevó a la crisis financiera, sino también de las malas prácticas que han agravado la embestida contra la deuda soberana en la UE. Pero aún así, estos jugadores de mercado continúan siendo para políticos y ciudadanos los dueños y señores de los mercados financieros.

Desde que los inversores empezaron a cuestionar la solvencia de los socios europeos, estos organismos, que deberían orientar a los inversores aportando información sobre la deuda soberana o las acciones de una compañía, han acelerado la caída de Grecia, Portugal e Irlanda, y ahora ensanchan el pozo del que intentan salir.

Pero antes de nada, os recuerdo qué son las agencias de rating. Son entidades privadas que se encargan de calificar el riesgo crediticio de los emisores de valores y de sus obligaciones financieras. Con su labor “ayudan” a los inversores de todo el mundo a adoptar sus decisiones, pero sin convertirse en asesores. La calificación es una mera predicción sobre la probabilidad de que un emisor, -país, institución, entidad financiera o una empresa cualquiera, por ejemplo-, incumpla sus compromisos financieros.

La calificación puede ser "positiva, negativa, estable o incierta" y su deuda puede calificarse como "de inversión" o "especulación". En la actualidad, las tres grandes (Standard & Poor's, Moody's y Fitch) controlan más del 90% del mercado de calificaciones de empresas y países.

El problema radica en que estas agencias de rating han tomado un gran poder en los últimos años, pues una mala calificación de estas agencias obliga a un Estado, CC.AA. o empresa a pagar más intereses por el dinero que ha tomado prestado puesto que los inversores consideran que corren más riesgos.

Y esto es lo que ha ocurrido esta semana con Portugal. La agencia estadounidense Moody´s rebajó drásticamente la valoración de Portugal y afirmó que gran parte de los bancos europeos suspenderían nuevas pruebas de esfuerzo. A los europeos se les ha acabado la paciencia y han dicho basta. El Presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, ha declarado que estas agencias no tienen conocimiento real de la verdadera situación económica de muchos países e incluso la la comisaria europea de justicia, Viviane Reding, se ha sumado a estas críticas y ha afirmado que “Europa no puede permitir que tres empresas privadas estadounidenses la destrocen”.

Estas empresas acusadas de oligopolio parecen estar muy interesadas en los ajustes de contención de la deuda en Europa y en aumentar la prima de riesgo. Y al parecer todo se debería al interés que tienen en debilitar el euro frente al dólar. De hecho ya se habla en la UE de promover una empresa de rating europea.

Quizás sea esto otra muestra más de que los Gobiernos permiten que la economía y política esté en manos de intereses privados, de unos pocos, en lugar de en el común de la ciudadanía. ¿Cambiará finalmente esta situación, con la polémica de las agencias de rating?

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