He contado en varias ocasiones los nervios que pasé ese día, sobre todo cuando entré en el hemiciclo a primera hora. Piensas en los 42.072 palentinos que metieron una papeleta con mi nombre en las urnas, en los casi 170.000 palentinos a los que represento y en los 46 mill. de españoles a los que tengo que servir. Y eso pesa.
Aunque a nivel público, los diputados de Podemos fueron las estrellas del día, yo me sentí protagonista, y nunca olvidaré ese día.
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