Excelente economista, magnífico docente, investigador indiscutible y destacado comunicador que gozaba de poseer el don de hacer fácil la complicada disciplina de la Economía. Nacido en Palencia, más concretamente en Carrión de los Condes, así era el profesor Enrique Fuentes Quintana.
Nuestra provincia, Palencia, la provincia que le vio nacer y crecer, todavía hoy y a pesar del paso de los años se siente orgullosa cada vez que alguien pronuncia el nombre de Fuentes Quintana. Y él hacía lo mismo por su ciudad, por su tierra y sus gentes. Sobre todo por su pueblo, Carrión de los Condes, del que siempre tuvo buenas palabras:
“La tierra, ese paisaje que se nos mete en el alma a los carrionenses en nuestra infancia y juventud para no abandonarnos mientras vivamos, el de la tierra de secano, el de un cielo alto y azul en el que los labradores intentan escrutar, con temor y esperanza, la suerte insegura de sus cultivos. El sentido del tiempo con el que esa obra que es la vida de cada uno de nosotros ha de representarse, de un tiempo marcado por las estaciones de cada año, vivido sin prisas y sin atajos, que imponía sus exigencias a los labradores y a los vecinos y sobre el que nada se podía hacer al margen de ese ritmo que condicionaba el resultado de la obra de cada año.”
Por eso y porque le preocupaba el futuro de su tierra, en muchas de las entrevistas que le hicieron a lo largo de su vida, Fuentes Quintana quiso dejar patente su opinión personal del futuro de España y de Palencia.
“Para España soy optimista, porque vamos a sufrir un trauma terrible. Nos van a dar en Europa muchas lecciones de profesionalidad, de competitividad y el español ante la emulación suele reaccionar muy positivamente.”
En cuanto a Castilla y León y Palencia, Enrique Fuentes Quintana apostó desde el principio por la educación.
“Respecto a Palencia yo diría que hay que apostar por el activo más importante que tiene: sus hombres. Yo creo que España está apostando poquísimo por la formación de la juventud. No estamos gastando nada en educación. Discutimos la peseta que nos gastamos en educación. La Autonomía Castellano-Leonesa debía volcarse en educación.
Naturalmente nuestra tierra es pobre; tiene una cantidad de recursos que no es posible multiplicar por “n” siendo “n” un número que tiende a 0, más bien que a infinito. Esa situación la vamos a tener siempre, pero hay que mejorar esos recursos tratando de que “n” tienda más bien a infinito que a 0.”
Fuentes Quintana también destacaba los productos naturales de la tierra, para mejorar la economía de nuestra región.
“Yo creo que hay cosas que hacer: el aprovechamiento de nuestros productos naturales, que son excelentes, pero que no se comercializan debidamente. Los magníficos productos derivados de la agricultura y ganadería.
Yo creo que el programa sería este: formación y educación, aprovechamiento de los productos naturales que la región tiene, intensificación de nuestra industrialización, con arreglo a programas que preparen las propias gentes de Palencia y tratar de movilizarnos a todos nosotros, porque no podemos dedicarnos simplemente a presenciar el espectáculo del desarrollo, sino conjugarlo en primera persona del plural.”
Unas pautas y sabios consejos del ilustre y magnífico Enrique Fuentes Quintana que aún a día de hoy, no hemos sabido aprovechar.
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